Congelaré
estas lágrimas
que martillean
mi corazón.
Contaré
los granos
de arena
de este
,tú desierto,
que dejó
tú último
adiós.
Pero
me atraparán
una vez más
tus curbas,
y sus ondulantes
espejísmos.
Tus ojos hablan
tu corazón sufre
tu boquita siente
el miedo,
la fría noche.
Son lazos
ahora,
de lagrimas
entre suspiro
y vino,
se ahogan
tus palabras
que no llegaron
nunca,
a mis oídos.
Pero habla
boquita
que yo muero
si tus ojos
hoy
lo pidieran.