Si mi corazón
no sufriera,
si mis ojos
no vieran.
La frialdad
de tus sentimientos,
la espada
que corta
esta inevitable
verdad.
No estaría escribiendo
estas palabras
tan amargas
estas palabras,
a evitar...
Si mis ojos
no se llenaran
de gotitas
agri saladas,
si mi corazón
no quisiera
hoy
palpitar.
Serian otras
las palabras,
que quisiera
hoy llamar.
Pero sigo
en esta
tortura,
de las palabras
sin tregua,
que ametrallan
vasos llenos
de maldita
y dulce,
triste soledad.